REVISTA
JUVENTUD Y CIENCIA SOLIDARIA:
En el camino de la investigación
Acceso desigual a los portales de
aprendizaje digital
Sofía Isabella Castillo Rodríguez, Paúl Alejandro Matute Marín Guaraca
Mi nombre es
Sofía Isabella Castillo
Rodríguez
, tengo 15 años y estudio en la
Unidad Educativa Sagrados Corazones. En
mi tiempo libre disfruto de debatir y hacer
servicio social
Mi nombre es
Paúl Alejandro Matute
Marín Guaraca
, tengo 16 años y en mi
tiempo libre disfruto de dibujar, leer o
investigar sobre algún te ma de mi interés.
Resumen
En el siguiente texto se presenta una investigación
sobre los altos índices de problemas de acceso a los
portales de aprendizaje digital, durante los meses de
interrupción educativa a causa del covid-19. Se busca
evidenciar la dificultad que se hizo visible a lo largo
de esta crisis sanitaria en el sistema educativo de nues-
tro país, debido a que no todos los estudiantes tienen
acceso a una computadora, un teléfono inteligente o a
conectarse a una red de Internet.
Al presentarse un panorama incuestionable de digi-
talización de los medios y teniendo en cuenta la deli-
cada situación que estamos atravesando, algunos hoga-
res ecuatorianos se han visto afectados hasta el punto
de que han decidido suspender de manera temporal la
asistencia de sus hijos a las clases. Por lo que, a través
de investigaciones realizadas por analistas económicos
y educativos, como resultado dedujimos y exponemos
una inminente alza de los índices de un desfase en los
conocimientos que puede extenderse a largo plazo y
como conclusión un descenso en los índices culturales,
económicos y educativos de nuestro país. Queremos
exponer esta grave situación seguros de llegar a hacer
conciencia de que, si no actuamos para buscar solu-
ciones a estas problemáticas, las secuelas de la crisis
sanitaria se extenderán mucho más en el tiempo.
Palabras clave:
adolescentes, economía, educación,
niños, pobreza
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68 Juventud y Ciencia Solidaria.
Explicación del tema
La crisis mundial generada por el covid-19 se ha exten-
dido rápidamente hacia el sistema educativo de nuestro
país, ampliando consigo la brecha de desigualdad social
en el proceso de aprendizaje de los más vulnerables,
debido a la suspensión de las actividades educativas
presenciales. Sin embargo, la pandemia no solo ha afec-
tado a los sectores de la salud y educación; en Ecuador
durante los últimos tres meses más de doscientas mil
personas han sido desligadas de sus empleos, familias
enteras se han visto gravemente afectadas obligándose
a mismas a tener que decidir entre la educación de
sus hijos o en llevar algo de comida a sus mesas [1].
Según un análisis realizado en América Latina, den-
tro de los países más afectados se encuentra Ecuador
con un retroceso del 6 %, además de las pérdidas gene-
radas en el sector productivo del país calculadas en
5807 millones de dólares desde que inició la cuarentena,
lo que significaría a largo plazo el aumento progresivo
de las tasas de desempleo generando más pobreza y
en algunos casos un descenso de nivel socioeconómico.
Teniendo en cuenta estas situaciones será muy difícil
que menores de edad puedan acceder a una educación
de calidad mediante el uso del modelo de enseñanza
virtual [2].
En la Figura 1 se observa un gráfico que muestra
el descenso del nivel económico en la región.
Figura 1. Economía en Latinoamérica y Caribe
Fuente: Banco Mundial (2020). https://bit.ly/2XGP3rE.
Puede que la crisis económica sea la consecuen-
cia que más ha sido tomada en cuenta dejando de
lado otras cuestiones de igual importancia como la
educación. Muchos países han empezado a utilizar
plataformas virtuales como medios para que el ámbito
educativo de la sociedad se mantenga de alguna forma
a flote. Sin embargo, enfrentamos serios problemas.
En el particular caso de nuestro país, los datos de la
Encuesta Multipropósito 2018 del INEC, un 62,60 %
de la población nacional de edad estudiantil temprana
(entre 5 y 17 años) no tiene Internet en casa.
Esto equivale a 2 724 643 de niños, niñas y adoles-
centes que no han quedado imposibilitados frente a la
nueva realidad de su educación durante la emergencia
sanitaria [3].
Más a la actualidad, y según datos brindados por
Andrés Michelena, ministro de Telecomunicaciones, se
estima que aún hay un millón de estudiantes que no
tienen acceso a la educación virtual, además de mani-
festar que en 21 de las 24 provincias del país se han
registrado alertas por denuncias relacionadas al ámbito
educativo sobre inaccesibilidad a medios tecnológicos.
“De la información brindada por la Defensoría del
Pueblo, de las 12 863 unidades educativas fiscales
y fiscomisionales del país, solo 4747 tienen acceso a
Internet. Esto deja ver una marcada divergencia si
analizamos que, los centros educativos de Tungurahua,
Santa Elena, Galápagos y Pichincha, tiene un acceso
a Internet sobre 70 %; mientras que en Pastaza, Mo-
rona Santiago, Orellana y Zamora Chinchipe está por
debajo del 20 %” [4].
Sobre la base de los datos mostrados se deduce un
panorama totalmente catastrófico en cuanto al proceso
de aprendizaje de los cientos de hogares que no poseen
la capacidad adquisitiva para brindar un buen entorno
educativo al estudiante, generando problemas como:
lagunas en el aprendizaje e interrupción del proceso
educativo; que a largo plazo tendrían que sujetarse a
procesos de nivelación poder continuar con sus estudios
universitarios o en la mayoría de los casos al momento
de insertarse en el ámbito laboral.
Otro de los colectivos gravemente afectados es el
de los menores con necesidades educativas especiales,
teniendo en cuenta que la mayoría asiste a la escuela
pública; la atención personalizada que reciben estos
estudiantes se vuelve muy limitada conectada a la
situación de que los padres no pueden guiarlos en los
componentes educativos que necesitan generando que
En el camino de la investigación 69
su conocimiento se estanque y, más aún, cuando se
encuentra en situación de pobreza.
Respondiendo a estas falencias, el Ministerio de
Educación ha manifestado que se realizarán jornadas
educativas por radio y televisión, pero en un sondeo
después de iniciar el confinamiento, las estadísticas
estatales manifiestan que solo el 8 % de los hogares
rurales tienen acceso a estos medios. Una solución
casi inmediata a esta problemática podría ser que
los Gobiernos Autónomos Descentralizados Parroquia-
les Rurales o las Juntas Parroquiales Rurales coordi-
nen la implementación de Internet en las casas comu-
nales de las zonas principalmente afectadas reduciendo
considerablemente la inaccesibilidad a este servicio,
promoviendo el aprendizaje y evitando que venes
abandonen las aulas por falta de recursos.
Sin embargo, se requieren decisiones inmediatas
por parte de las autoridades competentes tomando
en cuenta las opiniones y necesidades de las comu-
nidades más alejadas para no generar un retroceso en
el sistema educativo de las mismas y reducir la brecha
de desigualdad que se ha ampliado conforme la crisis
sanitaria dejaba su huella en Ecuador.
Conclusiones
Si bien la situación amerita que la educación sea a dis-
tancia, tenemos que reconocer que los datos expuestos
ayudan a develar que el Ecuador aún no cuenta con los
recursos necesarios para un cambio de tal magnitud
como el que sería convertir la educación virtual en el
modo corriente de aprendizaje de los estudiantes. Este
es el incierto escenario que enfrentamos, considerando
que el país aún no ha superado la regresión económica
en la que se ha visto sumergido. Planteándose este
contexto, el del traspaso a largo plazo de la educación
presencial a la educación virtual, se tiene que empezar a
desarrollar planes accesibles para la adquisición de ma-
terial electrónico tanto en las instituciones educativas
como a los hogares; así como la necesaria capacitación
de personal docente, de apoyo y padres de familia en
la materia de manejo de las redes informáticas.
Incluso, si las soluciones anteriores resultan im-
probables debido a la falta de recursos, podría simpli-
ficarse a corto plazo reduciendo estas adaptaciones a
intervenciones para garantizar una comunicación por
medios más universalizados como, por ejemplo, el uso
de plataformas de chat. Así se lograría evitar situa-
ciones en las que el estudiante interprete la separación
de las aulas como un rompimiento del lazo con el ám-
bito educativo, y minimizando el impacto psicológico
en ese sentido
Referencias
[1] Teleamazonas, «Cientos de trabajadores denun-
cian a sus patronos por diferentes causas,» 2020.
[En línea]. Disponible en https://bit.ly/30T6kyJ.
[2] Paucar. E, «El año escolar en la Costa
se inicia con una fallida inauguración virtual.
El Comercio 2020. [En línea]. Disponible en
https://bit.ly/308q7Li.
[3] Cesla, «Los 100 días de cuarentena dejan
$5807 millones de pérdidas en el comercio en
todo el país,» 2020. [En línea]. Disponible en
https://bit.ly/3gbpjLA.
[4] Fariza, Ignacio, «El Banco Mundial proyecta
una caída del PIB del 4,6% en América, la ma-
yor desde que hay registros». [En línea]. Disponible
en https://bit.ly/39xubbi.