
En el camino de la investigación 85
El cambio climático, el calentamiento global y los
gases de efecto invernadero son términos un tanto ex-
traños, van de la mano en su desarrollo ya que no
existe uno sin la ayuda del otro. Podemos decir que
los seres humanos somos una parte fundamental de
su existencia y crecimiento, es en nosotros que yacen
las causas y el incremento de los mismos. Somos las
personas las causantes de la crisis ambiental y pen-
samos errónea e ingenuamente que la única que saldrá
herida es la Tierra, cuando en realidad con el fin de
ella está nuestro propio final y entonces, ¿ahora estás
interesado sobre esta realidad?
El calentamiento global es el fenómeno del incre-
mento de temperatura reciente, el cual va junto al
incremento del CO2 atmosférico, lo que indica que
su causa es una intensificación del efecto invernadero.
Por el contrario, la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) dice
que: «El cambio climático es directa o indirectamente
atribuible a las actividades humanas» [1]. Con estas
claras definiciones, podemos proseguir a las causas de
las mismas.
Figura 1.
Anomalía de la temperatura global con referen-
cia al promedio entre los años 1961 a 1990.
Fuente: Autora
Es el resultado de la tala de bosques, minería, mal
uso de suelos, falta de atención ante la desaparición de
especies, la sobrepoblación, extinción, uso excesivo de
combustibles fósiles y el mal uso de los recursos renova-
bles. Así como los efectos dejados por las guerras y las
industrias agresivas al medioambiente [2]. Todas estas
causas yacen en la conciencia social, en este caso, en
la falta de la misma. Si todos tuviéramos el raciocinio
y la comprensión para entender el problema que nace
de nuestros actos, los mismos no sucederían. ¿Y si
pensáramos en lo que nuestros actos provocan será que
pararíamos de realizarlos.
El calentamiento global ocasionado por el efecto
invernadero es la causa del aumento del nivel del mar,
la reducción de nieve y hielo y los cambios en las ten-
dencias de las lluvias, lo cual afecta a los sistemas
naturales, hidrológicos y biológicos, la calidad del agua
y la productividad agrícola y forestal [3]. En pocas
palabras estamos en contra de la vida y a favor de
la comodidad, estamos destruyendo toda la existen-
cia sobre la Tierra por vivir confortablemente y no
pensamos que el «bienestar» que nos estamos dando,
llegará a devastarnos. Todos vemos cómo el mundo
se acaba lentamente frente a nuestros ojos, pero muy
pocos hacen algo para tratar de evitarlo, en realidad,
¿qué podemos hacer?
Figura 2.
Fotografías del retroceso del Glaciar Rhône,
Suiza, la primera de 1906 y la segunda de 2003r
Fuente: Autora
Como individuos no podemos quedarnos parados
frente a esta gran y amenazante realidad, aunque lo
preferible y más recomendable sean soluciones guber-
namentales y a gran escala, también debemos hacer
nuestra parte desde casa, aportar ya sean pequeños
granos a la existencia de nosotros mismos, de todos
los que habitan el planeta y de la Tierra en sí. Para
eso se proponen algunas acciones: Se debe aprovechar
la iluminación natural, utilizar lámparas de bajo con-
sumo, apagar la luz eléctrica, un adecuado aislamiento
de muros, el termostato debe situarse en torno a los 25
º
C para ahorrar el 8 % de energía, consumir equipos