
En el camino de la investigación 17
Explicación del tema
Hace más de tres mil años que la ingeniería biomédica
se inventó. Esto se llegó a confirmar gracias a los
recientes hallazgos del antiguo Egipto sobre lo que
vendría a ser la prótesis de pie más antigua conocida
por el ser humano [1]; sin embargo, esta en sí no fue de-
sarrollada totalmente con la tecnología en la industria
que en la actualidad conocemos. Para entenderla mejor
hay que remontarnos a uno de los cruciales hechos de
la historia a finales del siglo XIX, cuando los esposos
Curie descubrieron el radio y Wilhelm Röntgen, los
rayos X [2] para entonces esta disciplina se vio parcial-
mente desarrollada. Pero no fue hasta 1930 cuando se
da inicio a la física médica, la biofísica y la ingeniería
biomédica juntamente. Los diversos laboratorios tanto
europeos como estadounidenses empleaban los méto-
dos analíticos de todas las ciencias y se aplicaban a su
materialización. Se dieron resultados exitosos que se
evidenciaron con E. Lovett Garceau y Alfred Grass, los
responsables del primer sistema de electroencefalógrafo
comercial de tres canales [2].
Figura 1. Los esposos Curie
Fuente: shorturl.at/eiJ15
Desde 1970, cuando se consolidó como una disci-
plina más, el profesional dedicado a este campo tiene
como objetivo que, a través de la investigación y el
desarrollo de sus instrumentos médicos, se optimice
por completo la atención de un paciente. Este se en-
carga de usar todo conocimiento proveniente de la
Medicina, Biología y la Ingeniería, para no solo inno-
var su tecnología, sino mejorar al 100 % el área de la
salud, priorizando la vida de los demás. Detrás de una
prótesis biónica, un implante craneal biocompatible,
un robot cirujano, o un marcapasos Micra [3] existe
todo un proceso que se debió dar entre falla y error
para llegar a un desenlace funcional que da la vida a
estas nuevas creaciones. Igualmente, en su día a día,
bajo su dimensión ética, el ingeniero biomédico se dedi-
ca totalmente a analizar problemas de forma científica
y sistemática.
Esto implica que su toma de decisiones sea com-
pleja, ya que su perspectiva debe abarcar toda área
involucrada y un criterio profesional firme donde sus
conocimientos sean aplicados de la mejor manera, o-
rientando así la conducta correcta ante las interven-
ciones sobre la vida humana, vegetal, animal e incluso
del medioambiente [4].
En la actualidad, la ingeniería biomédica ha tomado
un nuevo lugar en el mundo. Ha sido considerada una
de las más completas y reformadoras, por lo que ya no
es una carrera «menor».
De acuerdo con la Asociación Nacional de Uni-
versidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES), en México están actualmente estudiando
dicha licenciatura más de doce mil jóvenes en al menos
cincuenta universidades o instituciones de educación
superior. También hay un número importante de egre-
sados desde que la Ingeniería Biomédica se estableció
como campo de estudio a principios de los años 70 [5].
Para el 2022, se encuentra como una de las dis-
ciplinas más populares solicitadas por toda clase de
organizaciones sanitarias.
Su complejidad se resume en la variedad de elemen-
tos, funciones y ramas divididas en ella, sin embargo,
se dice que para existir esta se sostiene en tres pilares
fundamentales conocidos como [6]:
1.
La ingeniería informática. También llamada
como las ciencias de la computación, que se en-
carga tanto del dominar por completo la progra-
mación, hasta comprender cada detalle del tipo
de software que se ponga a prueba, todo esto con
un lenguaje de programación moderno [7].
2.
La electrónica. Todo implica circuitos para
adquirir datos y perfeccionar todo tipo de
aparatos electrónicos, ya que sin ella no existiría
ningún tipo de corriente eléctrica [8].
3.
Ciencias de la vida. Estas promueven la salud de
los seres vivos que van desde atención sanitaria
hasta la industria farmacéutica, que añade un
fuerte e innovador elemento que permite avanzar
a una mejor calidad de vida [9].