Buenas prácticas de inclusión educativa universitaria
UPS: Proyecto INCLED
M. Ed., Karo Paola Varas
La ciencia, la tecnología y la innovación son elementos que aportan significativamente al desarrollo de los países, pero hablar de estos elementos en el ámbito de la inclusión educativa universitaria es considerar este eje transversal como una práctica vivencial en la época actual. Las universidades tienen una gran oportunidad para aplicar los objetivos de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible (Naciones Unidas, 2015) que incluyen la inclusión como un componente que hay que trabajar y en el que se ha avanzado muy poco. La situación ha ido mejorando sobre todo en la educación inicial y básica, pero en la educación universitaria parece ser un tema poco abordado y a veces incluso un tema que no se sabe cómo tratar, por lo que esta guía de buenas prácticas pretende animar a otras universidades a caminar por la senda de la real inclusión.
Este libro es el resultado de la investigación desarrollada para fortalecer la inclusión educativa de estudiantes con discapacidad en el sistema de educación superior.
La propuesta que presenta abarca diversos temas y aristas y todas ellas en su transitar definen líneas de acción que permiten un proceso de autorreflexión respecto a lo que cada uno de nosotros piensa, cree y hace para ser más inclusivo.
Anima a los docentes a diseñar productos inclusivos, pero sobre todo a conocer que existe un marco normativo, deberes y derechos que tienen los estudiantes con discapacidad, cada componente que el libro describe en esencia no es más que una inspiración para que el trabajo docente mejore en calidad y se generen cambios para formar a todos de manera inclusiva.
Este libro constituye un aporte significativo para centros, institutos y universidades.
Nos ubica en el contexto de años de trabajo de estudiantes y docentes que pusieron en marcha el proyecto INCLED para crear una comunidad educativa más incluyente, con el apoyo de las TIC.
En este proceso de construcción de una sociedad inclusiva la ciencia, la tecnología y la innovación educativa no pueden estar lejos porque apoyan y enriquecen el quehacer educativo, lo que obliga al docente a estar informado y capacitado en las nuevas tecnologías que permiten la inclusión de todos sin excepción.
Contagiar a los estudiantes de ese espíritu de aprendizaje en la diversidad es construir una sociedad inclusiva. Por ello, es deber de todo docente aplicar la política, las normas y los instructivos que la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) tiene en este tema. Un conjunto de elementos que trabajan al unísono para que la inclusión educativa universitaria sea una realidad.
Así, las oportunidades que tienen los estudiantes para aprender a respetar y convivir con la diversidad, para ser más proactivos en la búsqueda de soluciones y en la creación de propuestas que ayuden a resolver las necesidades de las personas con discapacidad (PCD), como se indica en el libro, en este proceso, todos ganan, todos aprenden a ser mejores seres humanos y profesionales inclusivos porque aprenden a pensar en satisfacer las necesidades de todos los usuarios.
Se presta especial atención no solo al trabajo con estudiantes sino también con los colectivos de personas que apoyan a las personas con discapacidad. Ya que con la universidad forman la tríada perfecta para incidir positivamente en el cambio del paradigma mental que pueden tener algunas personas al pensar que las personas con discapacidad no pueden estudiar alguna carrera universitaria o que solo ciertas carreras son aptas para las PCD.
El grupo de investigación TICAD (Tecnologías de Información y Comunicación asociadas a Discapacidad) a través de su observatorio, el trabajo con la red RAITI (Red Académica de Apoyo e Investigación en Tecnologías inclusivas), el trabajo con estudiantes a través del semillero de investigación y la transversalización de la inclusión como eje educativo ha tenido un impacto significativo y positivo en una mayor comprensión y sensibilización del tema, lo que antes podía ser algo incomprensible se convirtió en algo más concreto y posible de implementar, pero para ello fue necesario establecer ciertos componentes, entender que todo este camino requería de un proceso continuo y que trabajar en la implementación de prácticas inclusivas tendría un impacto positivo en la construcción de este nuevo paradigma para aprender a vivir en la diversidad.
Este libro invita a las instituciones educativas universitarias a revisar sus políticas, normas, prácticas, metodologías, procesos de enseñanza-aprendizaje, para evaluar si cumplen con la normativa vigente y si la comunidad educativa universitaria que acogen ha concienciado en los aspectos que engloban la diversidad.
Además, promueve la reflexión, el intercambio de conocimientos y experiencias enriquecedoras, anima a todos a contribuir al proceso en cumplimiento de las políticas establecidas por la institución e incide en un cambio de esquemas obsoletos que permitan trabajar eficazmente en la diversidad.
Una mirada a la discapacidad y a la inclusión desde la investigación, la academia y la vinculación, para contribuir y aportar con lineamientos y prácticas que pueden ser de ayuda para otras universidades, así como para el accionar de la comunidad educativa en la práctica inclusiva universitaria, eso es lo que el lector encontrará en este libro.