Cada edición constituye un reto alcanzado. Ustedes queridos jóvenes alcanzan un reto cuando buscan plasmar en palabras su pensar, su sentir su existir en una nueva forma de aprender y adaptase a esta realidad. De nosotros también, porque estamos tras las huellas de futuros investigadores que nos retroalimentamos con su energía, dudas, que en muchos casos son también las nuestras.
El tema de aprender y vivir en la pandemia continúa siendo el pilar de lo que desean expresar; así tenemos a Bety, Alex, Romel, Ariel, Danny, Josué, Stalyn y Estefanía. Me atrevo a pensar que, en un futuro, esta revista constituirá una fuente de consulta para contar la historia vista desde los propios aprendices de un sistema educativo diferente, y del que, sin duda, saldrán directrices valiosas.
Lucía en su artículo AltaKuru, refleja la importancia de la auto identificación y el orgullo de la cultura ancestral plasmada en investigaciones actuales. Leer la propuesta de Juan, Ennma, Erick y César nos invita a visualizar futuros investigadores de dispositivos para favorecer la salud humana, creando, ideando y proponiendo soluciones. La situación de discapacidad y la búsqueda por mejorar la calidad  vida, sigue siendo un compromiso de las futuras generaciones, así lo podrán apreciar en la propuesta de Diego con su asistente virtual.
Los jóvenes de PACES continúan sorprendiéndonos con su búsqueda de información y aportes relevantes para mejorar el mantenimiento de vehículos. Y sin lugar a duda, el aporte de Paula desde su análisis del desinterés en la política por parte de los jóvenes, será un lectura enriquecedora, ahora que entramos en épocas electorales.
La sexta edición cuenta ya con e-ISSN. A todo el equipo editorial con quienes caminamos en cada edición, mi sincero agradecimiento. Esperamos seguir encontrando y motivando a los futuros investigadores para caminar en la Ciencia Solidaria.