Orientaciones generales para los docentes:
El protagonismo lo debe tener, como ocurre con el resto de estudiantes el tutor o la tutora del niño con TDAH; será el que tenga siempre toda la información.
Consideramos que es un error que la coordinación y la información recaigan en el orientador, ya que al final, quien trabaja día a día con el alumno y con la familia, es su tutor o tutora.
Las medidas de coordinación son:
Traspaso de información entre tutores:
Cuando un tutor recibe por primera vez al estudiante con TDAH debe obtener toda la información del tutor del curso anterior. Estos informaran de las circunstancias que conozcan del alumno.
La información implica aportar los informes que haya del niño, las características principales, sus puntos fuertes y débiles, y sobre todo las pautas y estrategias que se han venido utilizando eficazmente con él.
El nuevo tutor:
En segundo lugar, el nuevo tutor de un niño con TDAH, debe informarse lo antes posible de la situación del estudiante: leer el último informe psicopedagógico, conocer que profesionales intervienen con él fuera del colegio, las medidas que se han adoptado hasta ahora, etc.
Esta información la puede conseguir consultando el expediente del estudiante, hablando con el antiguo tutor, orientador o con la propia familia del niño o de la niña, y tendría que hacerlo antes de terminar el primer mes de curso.
Informar al resto del profesorado:
El tutor informara al resto de profesores de la situación del chico y acordara tanto los objetivos como las medidas de intervención comunes que se van a adoptar.
Se puede acordar dar prioridad al hecho de que el niño consiga ser organizado, dónde ubicarlo en el aula, si se adaptan los exámenes, etc.
Normalmente se parte de la información recopilada y del resultado de la evaluación inicial o de las consiguientes evaluaciones trimestrales. Por eso, este tiempo de coordinación se debería de llevar a cabo, al menos, una vez al trimestre.
El tutor/a como referencia para la familia:
El tutor debe ser el profesional de referencia para la familia. Al menos una reunión inicial para recabar información y una reunión cada trimestre, como seguimiento del alumno y para explicarle el plan de intervención del siguiente.
La familia siempre debería mantener otros contactos menos formales para tener informado al tutor o a la tutora de cualquier novedad.
El papel del orientador:
Coordinar la evaluación psicopedagógica abre la puerta a un posible diagnóstico, y suele establecer las necesidades educativas del niño y las medidas educativas que deben adoptarse.
Su papel es más bien de enlace entre el tutor y otros profesionales externos, así como de colaborador de la acción del tutor.
En resumen mantener una adecuada coordinación por parte de los profesionales del centro implica, como mínimo las siguientes actuaciones:
- Que el tutor de un niño con TDAH cuando cambia de grupo, debe informar al nuevo tutor, de la situación del alumno.
- Que el nuevo se informara de la situación del niño o de la niña con TDAH.
- Que el tutor mantendrá informado al resto de profesionales y acordara objetivos y medidas comunes de manera coordinada.
- Que el tutor es la principal referencia para la familia.
- El papel del orientador es de asesor y colaborador del tutor, así como enlace con los profesionales externos, además de la coordinación de la evaluación psicopedagógica.